“Cuando los dioses ya no existían y Cristo no había aparecido aún, hubo un momento único, desde Cicerón hasta Marco Aurelio, en que solo estuvo el hombre”
– Gustave Flaubert –
Fué edificada sobre siete colinas a orillas del Tiber y el emperador Adriano la llamó «Ciudad Eterna».
Ahora, mantiene un colosal patrimonio de arte que habla de una grandiosa historia y a pesar de su caótica modernidad, sorprende con rincones fascinantes y bohemios que hacen sentir el encanto. Es muy acogedora y conserva el espíritu «bon vivant» que ha dado fama a Italia.
A mi me parece sencillamente preciosa.
Roma, 12 de diciembre.
– es mi cumpleaños –